Portugal está dando pasos firmes para reducir la inmigración y centrarse en atraer a profesionales altamente cualificados. En una serie de propuestas recientemente aprobadas, el gobierno ha esbozado medidas que afectarán significativamente a la movilidad global, la inmigración de empleados y los planes de reubicación de las empresas que operan en el país o envían talento al mismo.
Esto es lo que las empresas y los expertos en RRHH y Movilidad Global deben tener en cuenta.
Una clara preferencia por los profesionales altamente cualificados
El objetivo del gobierno es reducir el número total de inmigrantes que entran en Portugal, sobre todo los que vienen a buscar trabajo en sectores como la hostelería y la construcción. De cara al futuro, la atención se centrará en atraer a profesionales altamente cualificados.
Uno de los cambios más inmediatos es la restricción de los visados para solicitantes de empleo. Estos visados eran solicitados principalmente por nacionales de países de habla portuguesa que buscaban trabajo en sectores que no exigen altos niveles de cualificación. Con las nuevas normas, sólo podrán solicitarlos los profesionales con cualificaciones superiores.
Del mismo modo, los ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) ya no podrán solicitar sus permisos tras llegar a Portugal sin visado. Esto afecta a personas de países como Brasil y Timor Oriental que tenían previsto regularizar su estancia una vez ya en el país.
Tramitación más rápida del talento cualificado
Los profesionales considerados altamente cualificados gozarán de ventajas en el sistema de inmigración. Se creará un departamento específico dentro de AIMA (Agência para a Integração, Migrações e Asilo) para agilizar la tramitación de estos casos. También están previstas asociaciones con universidades y grandes empresas para apoyar esta estrategia centrada en el talento.
El objetivo de estos incentivos es hacer que Portugal sea más competitivo a la hora de atraer talento internacional cualificado, apoyando objetivos económicos a largo plazo como el crecimiento salarial y el aumento de la inversión en industrias de alto valor.
Se espera que este cambio afecte a las empresas que actualmente dependen de trabajadores extranjeros para cubrir puestos menos cualificados. El ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, dijo que el mercado tendrá que adaptarse, señalando que si las empresas siguen dependiendo de funciones que el gobierno ya no apoya a través de la inmigración, puede ser el momento de replantearse su modelo de mano de obra.
Normas más estrictas sobre reagrupación familiar
El derecho a la reagrupación familiar también tendrá nuevos límites. Excepto en algunos casos -como los familiares de ciudadanos de la UE y los titulares de permisos de residencia por inversión-, los cónyuges y los padres ya no podrán reunirse con sus familiares inmediatamente. En su lugar, tendrán que esperar dos años completos y presentar su solicitud por vía consular desde fuera del país.
El Gobierno afirma que este cambio es necesario para evitar la saturación de servicios públicos como la sanidad, la vivienda y la educación, que ya están bajo presión. Se hará una excepción con los profesionales altamente cualificados, así como con los solicitantes de residencia por inversión y los familiares de ciudadanos de la UE. Estos grupos estarán exentos del periodo de espera de dos años.
Para los equipos de inmigración de las empresas, este cambio podría repercutir en la forma en que las empresas planifican los paquetes de reubicación de empleados que incluyen a familiares acompañantes.
Revisión de la Ley de Nacionalidad
Más allá de los visados y los controles de inmigración, Portugal también propone importantes modificaciones de su ley de nacionalidad. Entre ellas destacan:
- Requisitos de residencia para la ciudadanía: Aumento de cinco a diez años para la mayoría de los solicitantes. Los nacionales de habla portuguesa se enfrentarán a un requisito reducido de siete años.
- Niños nacidos en Portugal: Al menos uno de los progenitores debe haber residido legalmente en el país durante tres años antes de solicitar la nacionalidad en nombre de su hijo.
- Pérdida de la nacionalidad: Propuesta para personas condenadas por delitos graves con penas superiores a cinco años.
- Fin de la nacionalidad por ascendencia judía sefardí: Este programa histórico se cierra en virtud de las normas actualizadas.
Estos cambios se aplicarán con carácter retroactivo a las solicitudes presentadas después del 19 de junio de 2024.
Continúa el retraso de AIMA
La Agencia de Inmigración de Portugal (AIMA) se enfrenta ya a un grave retraso. Actualmente hay más de 54.000 casos judiciales presentados por inmigrantes a la espera de decisiones sobre permisos de residencia. Sólo hay seis jueces asignados a estos casos, lo que retrasa considerablemente los resultados.
El gobierno ha reconocido esta presión y afirma que las nuevas normas pretenden en parte evitar futuras sobrecargas. Al limitar las solicitudes y establecer requisitos más claros, esperan reducir la actual presión sobre los servicios y evitar el limbo jurídico en el que se han encontrado muchos solicitantes.
Esta situación hace aún más urgente que las empresas se replanteen sus estrategias de movilidad global y trabajen con socios expertos en inmigración que conozcan la evolución de las normas y puedan ayudar a reducir la incertidumbre.
Qué significa esto para la inmigración empresarial
Para las empresas implicadas en la movilidad global o que buscan contratar talento internacional, estos cambios señalan un enfoque más selectivo de la inmigración corporativa en Portugal. Las empresas tendrán que centrarse en la contratación de profesionales cualificados que cumplan los nuevos criterios y trabajar con expertos en inmigración para gestionar el cumplimiento de las normas actualizadas.
A medida que evolucione la situación, mantenerse informado y ajustar sus estrategias de reubicación será esencial para mantener el rumbo de sus planes de personal.
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